Esta es la historia de una pequeña casa en la Vereda Curubital en la que se desarrolla el proyecto de Conservación del Páramo que se ha visto seriamente afectado por la deforestación, el mal uso del suelo y uno de los enemigos más fuertes de los últimos años: el Retamo Espinoso.
En este proyecto, Gonzalo Sánchez, con ayuda de los campesinos de la zona y el Ejército Nacional trabajan día a día para defender la flora nativa que se ha ido deteriorando por las malas prácticas.
Gonzalo y su equipo cuidan de 100 hectáreas, en las cuales se encargan de preservar, proteger y restaurar uno de los ecosistemas más importantes del país, el Páramo de Sumapaz, esto lo realizan por medio de charlas y campañas de educación y sensibilización con los ciudadanos en las que enseñan que el páramo es nuestro principal patrimonio y fuente de vida.
En este equipo se incluye un batallón del ejército que tiene como función la siembre de Frailejones en una especie de vivero. Debemos recordar que los frailejones son plantas con una importancia inmensa en los páramos, ya que estos absorben el agua de la neblina para conservarla, además, estas plantas crecen tan solo un centímetro al año. La idea con la creación de estos viveros de frailejones es en un futuro poder trasladarlos a zonas habilitadas para restaurar la flora.
Hace tres años se está trabajando codo a codo con la junta de acción comunal y su presidenta Alba Doris Orozco quien cuenta que «La idea de lo que estamos haciendo es erradicar, reforestar y contarle a la gente cómo se hace, que ellos aprendan a cómo mantener sus predios sin retamo»
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Gonzalo y su equipo buscan que se amplíe el área de conservación del páramo y, de igual forma, que se conozca este proyecto para que muchos ciudadanos se unan a esta bonita labor y así seguir conservando uno de los ecosistemas más importantes del país, el cual abastece agua y que es vital para Bogotá.