El nombre del barrio La Marichuela se debe a una mujer que vivió allí porque fue desterrada de Santa Fe en la época de la colonia.
La historia se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII, cuando aún nuestro territorio era parte del Virreinato de La Nueva Granada.
En aquella época en Santa Fe vivía una mujer llamada María Magdalena de Gues y Ospina y sus dos hijas, María Petronila y María de Encarnación Lugarda. A las tres las conocían como Las Marichuelas.
Sobre el año 1753 llegó a la Nueva Granada José Manuel Buenaventura Solís, quien a sus 37 años tomaba el titulo de Virrey.
El Virrey Solís se caracterizó por su personalidad traviesa y su vida disipada y se cree que llegó al virreinato porque su influyente familia quería alejarlo de la corte española.
Prontamente, el Virrey Solís inició un clandestino romance con la menor de las Marichuelas, María de Encarnación Lugarda de Ospina, una mujer caracterizada por su belleza. Esto no fue bien visto por la sociedad debido a que pertenecían a clases sociales diferentes.
Ante estos hechos María Lugarda de Ospina fue desterrada a las selvas de Usme junto a su hermana y su madre.
A su llegada a las tierras de Usme en 1757, Las Marichuelas construyeron un ranchito cerca a la quebrada Yomasa y se dedicaron a la agricultura.
Posteriormente, el Virrey Solís convirtió el lugar en una hacienda conocida como Las Manas, donde La Marichuela pudiera vivir más cómoda y donde, además, tuvieran un lugar privado para seguir con sus amoríos.
Esta historia pasó de generación en generación por tradición oral y el primer reporte escrito que se tiene fue del novelista Jose Manuel Marroquín en 1875.
Posteriormente, varios escritores reprodujeron la historia de Marroquín sin confirmar su veracidad. Algunos historiadores como Sergio Elias Ortiz afirman que esta historia a pesar de contener caracteres novelescos, en el fondo tiene veracidad.